martes, 4 de octubre de 2016

Acto analítico, acción lacaniana: la invención del psicoanalista

Peter Molineaux


La pregunta ¿qué es un analista? no cesa de no inscribirse como respuesta. Al constituirnos como cartel en torno a ella, desde los primeros contactos virtuales y redsociales, se hizo evidente que en su centro hay un agujero. 

Un agujero que hace girar. 

Entonces cada cartelizante empezó a dar sus propias vueltas alrededor de él, definiendo su rasgo.

El mío, en un esfuerzo neurótico por cerrar rápidamente los agujeros, fue un intento de respuesta: "un analista es lo que hace." Entonces pensé que mi rasgo para este cartel sería "el acto analítico." En un segundo esfuerzo neurótico, busqué en Freud, el padre fundador, una respuesta justamente fundacional. Del texto Análisis Profano (traducción de Lopez-Ballesteros) encontré lo que sigue, Freud explicando a un interlocutor inventado lo que hace un psicoanalista:

"Sería efectivamente cosa de magia y tendría así plena razón nuestro interlocutor si el efecto fuese rápido. La magia tiene por condición la rapidez, o mejor dicho aún, la instantaneidad del efecto. Pero los tratamientos psicoanalíticos precisan meses y hasta años. Una magia tan lenta pierde todo carácter maravilloso. Por lo demás, no debemos desdeñar la palabra, poderoso instrumento, por medio del cual podemos comunicar nuestros sentimientos a los demás y adquirir influencias sobre ellos. Al principio fue, ciertamente, el acto; el verbo —la palabra— vino después y ya fue, en cierto modo, un progreso cultural el que el acto se amortiguara, haciéndose palabra."

Una magia que toma tiempo y que se sirve de la palabra, amortiguadora del acto. 

Así era para Freud, así era para su época. Escuchar el verbo fue el acto fundacional del psicoanálisis e inventó en ese acto al psicoanalista, como consigna Lucía D'Angelo en El Analista y el Concepto del Inconsciente, documento de la Escuela Una: "Para Lacan, el analista forma parte del concepto del inconsciente y es a partir de la invención freudiana del inconsciente que el psicoanálisis consiste en un siempre volver a encontrar lo que en él ocurre a partir de los efectos del inconsciente."

Lo que ocurre en él, es decir, los efectos de formación que siempre vuelven a darse por ponerse a escuchar el inconsciente, por ponerse, agregando lo elaborado por Lacan en el Seminario 17, en el lugar de objeto causa en su discurso, el discurso del psicoanálisis.

Así, en mi búsqueda neurótica de una respuesta, me encontré con analistas y en lugar de una respuesta hubo una causa y efectos de formación. Miquel Bassols, por ejemplo:

"En el acto analítico propio de su práctica, el analista no ocupa el lugar de sujeto sino de objeto, de "semblante de objeto" como solemos decir. En realidad, como indica Lacan, no hay propiamente sujeto agente del acto, el sujeto es siempre un efecto a posteriori del acto que lo modifica. El verdadero agente del acto es el objeto causa del deseo que divide al sujeto, el analizante, el único sujeto que tiene lugar propiamente en el vínculo analítico."

También las recientes re-lecturas que han hecho Graciela Brodsky y Flory Kruger de La Dirección de la Cura y los Principios de su Poder, pasan necesariamente por la cuestión del acto analítico, que ya con la distancia epocal de Freud y del mismo Lacan de 1958, se preguntan si en nuestro quehacer hay más que palabras: "Y es una pregunta para cada uno de nosotros. ¿Pensamos  que  el análisis son sólo palabras? ¿sí o no? No es tan seguro que entendamos qué quiere decir que  el análisis no son solo palabras" (Brodsky). Eso que para Freud fue fundacional —escuchar la palabra que apacigua el acto— y que para Lacan era una certeza en La Dirección de la Cura—que en psicoanálisis se trata sólo de palabras—, es interrogado hoy, especialmente con la consideración del cuerpo y de lo real en la cura. Es ejemplo de esto una viñeta del testimonio de pase Silvia Selman, que muestra radicalmente que el acto analítico es más que solo palabras: el analista literalmente la agarra diciéndole: "usted me provoca eso."

El acto analítico, como lo concibe Freud al principio, inventa al psicoanalista. Luego los psicoanalistas han puesto su invención al servicio de los efectos de formación que justamente produce su acto, modificándolo junto a la época.

Brodsky se pregunta, luego de abordar la cuestión del ser del analista, que siguiendo a Miller, sólo conduce a la falta en ser, sobre el acto analítico hoy (que también resuena como un relanzamiento del primer punto de Lacan en La Dirección de la Cura, ¿quién analiza hoy?): "la cuestión de cómo  actúa el analista en su práctica parece algo totalmente opacado de nuestras reflexiones del último tiempo. Al menos es lo que verifico en lo que escucho. No quiero decir que eso sea una regla, quiero decir que es lo que escucho. Y La dirección de la cura tiene la ventaja de poner todo el  peso de la reflexión en lo que el analista hace, en cómo lo hace."

Por esta vuelta causada por el agujero de la pregunta ¿qué es un analista?, la respuesta del acto se vuelve una pregunta vigente. ¿Qué hacemos los analistas? Circula entre los colegas también, a propósito del movimiento hacia la NEL, la pregunta por lo que hacemos solos y lo que hay en común. En ese punto se agrega, en mi vuelta, una idea que fue un encuentro novedoso: la acción lacaniana, entendida desde el curso Un Esfuerzo de Poesía de Miller como emparentada de cierta forma con la acción poética en lo que tiene de acción política. Ahí me parece que también se juega la invención del psicoanalista, esta vez para actuar en la ciudad, con otros, analistas y profanos.

Así lo dice Miquel Bassols:


"La acción lacaniana es la consecuencia del acto analítico en el registro del vínculo social, es la consecuencia necesaria de la posición que el analista sostiene en el acto analítico, una posición que casi podríamos definir como a-social, marcando la a del objeto. Si en el acto analítico, en la privacidad del vínculo de la transferencia, el analista sostiene el lugar de objeto a, en la acción social sostiene sin duda el lugar de sujeto, diré incluso el lugar del analizante, del analizante más experimentado posible."

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