martes, 18 de octubre de 2016

Entrevistas

Desde tu experiencia en la Coordinadora del movimiento hacia la sede de la NEL en Santiago de Chile: 

¿Qué piensas que ha hecho  posible el movimiento hacia una sede de la NEL considerando la existencia de dos grupos y de la historia del campo freudiano en Chile?

Ha sido un verdadero privilegio haber participado en la Coordinadora del movimiento hacia una sede de la NEL en Santiago de Chile. Ha sido una experiencia única que ha cristalizado una aspiración de pasar de ser grupo reconocido por la AMP y vinculado a la FAPOL a ser sede de la Nueva Escuela Lacaniana. 
¿Que lo ha hecho posible? El deseo decidido, la transferencia de trabajo orientada por la causa psicoanalítica de orientación lacaniana,  que permitió aunar los esfuerzos para reunirse en un grupo único, enfrentando lo que no cesa de no escribirse. 
Pienso que el desarrollo que alcanzó  cada grupo en su particularidad, tuvo su instante de ver hace 2 años, el 2014 en las VIII Jornadas de la NEL en Lima, donde se oyó por primera vez, que el paso lógico de los grupos de Chile era pasar a ser sede de la NEL. Desde ese momento, se dio el tiempo de comprender que culminó este año en la reunión de Rio de Janeiro, en la cual se precipitó el momento de concluir, con la prisa que le caracteriza. Desde Abril en adelante hubo un vertiginoso trabajo, con el valioso apoyo  de la FAPOL y del Comité Ejecutivo de la NEL cada quien puso su libra de carne para hacer posible pasar a ser una sede de la NEL en Santiago de Chile.
Rosa Lagos Torres

En primer lugar creo que ha sido muy relevante la presencia de miembros de la AMP en Chile. Tanto por la vía de quienes han llegado al Chile desde la NEL como quienes fuimos aceptados como miembros en los años 2007 y 2008. Esa es de entrada una enorme diferencia con los grupos anteriores que hacen a la historia del Campo freudiano en Chile en los noventa y a inicios del 2000. Se marca una diferencia ya que la condición de miembro es una consecuencia de un deseo en acto por la orientación lacaniana ratificado por la AMP como Otro a quien se remite la transferencia. Creo además que la política de permitir que CEIP y ALP se desarrollaran, en transferencia a la AMP,  según sus propios rasgos fue muy acertado ya que ello hizo posible que ambas iniciativas se encontraran con sus propios límites internos para seguir desarrollándose. Ese punto, que se pudo escuchar en la reunión institucional de Rio, y nos confronta la necesidad de desarrollar la transferencia de trabajo entre quienes formamos parte de ambas instituciones, sin tener que esperar la emergencia de una transferencia espontanea. Es desde el barramiento de cada institución que se hace necesario dar un paso más allá de la conformidad con el trabajo realizado.
Agregaría además que ambas instituciones han dado pruebas de que quienes las conforman tienen la capacidad de sostener instancias de transmisión y formación en la orientación lacanaina. Cuestión que marca otra diferencia con las iniciativas anteriores que llegaron más bien hasta una lógica de "estudio" de la obra de Lacan sin tocar la cuestión del acto analítico ni la cuestión de alojamiento institucional de la pregunta acerca de "¿qué es un analista?"
Ricardo Aveggio


Lo que ha hecho posible hoy el Movimiento hacia una sede de la NEL, ha sido, la pregunta -que a lo largo de estos años fue apareciendo- por ¿Qué es un analista?, por la formación y“el deseo Escuela”.
Desde hace más de veinte años que se intentaron formar distintas instancias e iniciativas grupales de trabajoen transferencia hacia la AMP, el Campo Freudiano y la EOL, Escuela que apoyó y sostuvo todo este tiempo el trabajo de transferencia a la AMP, en el trabajo epistémico, clínico y político. De esta forma es que   miembros de la EOL viajaban a Chile para Jornadas, Coloquios Seminarios del Campo Freudiano, Seminarios etc. La transferencia a la” Escuela Una”fue un trabajo que se fue dando a los largo de estos años -en el trabajo realizado como lo señalo anteriormente- al igual que con la AMP. Esto se ha ido verificando en el trabajo que se ha realizado y sostenido activamente en las participaciones a ENAPOL, Congresos de la AMP, Jornadas de la EOL y también a las Jornadas de la NEL.Este año en Rio, en el Congreso de la AMP, unimportante contingente Chileno- alrededor 30 colegas- traspasaba-en  mi lectura-  los grupos, a los , significantes  grupales de ALP y CEIP. En reunión con Bureu AMP y  FAPOL solo era Chile presentey el testimonio del trabajo de la comunidad analítica chilena que solicitaba a la AMP una inscripción, dado el crecimiento y desarrollo que los dos grupos, ya instituciones, habían logrado ALP Y CEIP. Acto que marca una historia para cada uno de nosotros, como para nuestro país,  y el psicoanálisis de la orientación lacaniana. Desde ahí a la fecha el entusiasmo, prisa, pero por sobre todo el trabajo fue construyendo y posibilitando ir del trabajo y la transferencia a la trasferencia de trabajo aún por seguir construyendo, entre todos y también con la NEL.En la constitución de los carteles y la enunciación que escuchaba de parte de cada uno de los participantes, en mi opinión aparece una renovación del deseo para el sostenimiento de la comunidad analítica en cuyo centro está con más fuerza ahora la pregunta por ¿Qué es un analista? enigma que garantiza la formación misma del analista.
Paola Cornu



A partir de lo anterior ¿cómo piensas que la creación de una sede articulará los desarrollos institucionales de la orientación lacaniana en Chile?


La creación de una sede de la NEL en Santiago de Chile, no solo abre la posibilidad que el grupo ya constituido en Escuela se articule a los desarrollos que sostiene la NEL en la región, en un más allá de las fronteras con lo que esa apertura significa, sino que también la inscripción del trabajo de sus integrantes en la NEL  aportará su elaboración sobre temas psicoanalíticos con la particularidad de los rasgos del pais.
Es, sin duda, un gran momento para el desarrollo del psicoanálisis de orientación lacaniana, es hacerlo existir en un país donde la nebulosa lacaniana ha prevalecido.
Rosa Lagos Torres


A partir del trabajo realizado en el movimiento hacia la NEL y la Coordinadora, iniciados en el Congreso de Rio, pienso que uno de nuestros mayores desafíos es generar las condiciones transferenciales para que la sede aloje y redistribuya tanto los rasgos de cada institución como la singular relación de cada miembro y asociado al psicoanálisis. Es un movimiento de sustitución, de sustitución de una consistencia por una inconsistencia. En ese movimiento creo que la cuestión de la pregunta por la formación del analista en una escuela ha tenido un lugar central. Basta revisar los trabajos producidos por los carteles que han sido publicados en el boletín para ver el lugar central de esa cuestión. Dado el desarrollo que las instituciones han tenido en Chile es que hay temas en los que ya hay mucha experiencia y que no son un desafío inicial. Por ejemplo ya contamos con un local para 60 personas, ya han existido publicaciones, se implementaron redes de atención, han existidos postítulos y magister, existen bibliotecas, entre otras cosas. Todo ello ha contribuido a que la inquietud por la especificidad de la escuela y la formación del analista tengan una fuerza importante. A ello puedo agregar lo inédito, en el contexto nacional, de hacer existir la apuesta institucional de Lacan en lo que respecto a la formación del analista, un contexto nacional en el que la inserción universitaria de la enseñanza de Lacan dio sus primeros pasos encontrando también sus límites y fracasos.
Ricardo Aveggio


La renovación del deseo como lo señalaba anteriormente y la apuesta para el sostenimiento de la comunidad analítica de orientación lacaniana en chile, ahora agrupados y reunidos por el trabajo Escuela y  la pregunta por ¿Qué es un analista? Pasa en mi opinión, en un primer momento, por que puedan coexistir  rasgos y estilos, no solo de cada institución sino de cada uno por uno que ha tomado la posta y la apuesta por la Escuela. De esta forma, pasamos de la identificación que enlazaba a cada cual al significante de cada grupo por el trabajo por  la Causa analítica a reunirnos a trabajar “solos y solas” por  la Causa analítica en una sede de Escuela. En tanto, que reunirá  singularidades, soledades en transferencia a partir de “ un tratamiento de lo real sobre el que se funda el grupo analítico”, como señala Miquel Bassols. De esta forma, ceder al “narcisismo de las pequeñas diferencias” como así a la identificación del S1 que marcaba cada grupo de consiste al Otro ALP y CEIP, para dar lugar al  Otro escuela y el trabajo por el psicoanálisis de orientación lacaniana en chile augura lo nuevo.
De esta forma siguiendo las palabras y pregunta de Miller en el “Banquete de los analistas” ¿qué significa contribuir al psicoanálisis?, donde no solo sería practicar el psicoanálisis sino ayudar a reinventarlo, que será hoybajo “sede NEL- Santiago de Chile”, en un lazo transferencial por y en construcción.Nuestro trabajo tendrá como brújula  los lineamientos  que sostiene la AMP, promoviendo el desarrollo, práctica y política  del psicoanálisis en nuestra ciudad y país. Como así las acciones de formación, la preocupación por el Otro social y sus semblantes. Así la articulación de todos al trabajo posibilitará que lo que funciono y no en cada institución permita reinventar y contribuir a lo nuevo, no solo en nuestra formación como analistas en Chile sino en el País del psicoanálisis.

Paola Cornu

Del trabajo y la transferencia a la transferencia de trabajo

Cartel: “Coordinaciones hacia  la Escuela”

Integrantes:
María Olga Herreros
Ricardo Aveggio
Rosa Lagos
Paola Cornu : Más Uno

Miller en el “Banquete de los analistas” señala que “el trabajo constituye el objeto de una transferencia”. A su vez,  recuerda que  “ Lacan inventa la expresión transferencia de trabajo indicando que va de un sujeto a otro (..)”. 

En la perspectiva del trabajo hacia una Escuela, denominado En movimiento hacia la NEL,  el trabajo de este Cartel se orienta a coordinar, por un lado  la  forma de unificar  los grupos de Chile, ALP/CEIP  manteniendo los rasgos  de cada uno y, por otro,  causar el deseo de ir hacia la Escuela.
En ese contexto es que el Cartel se ha propuesto elaborar en distintos niveles formas y modos de anudamiento que permitan constituir la sede, uno por uno, como un nuevo lugar de trabajo por el psicoanálisis de orientación lacaniana. Uno por uno implica que cada miembro y asociado tendrá que enlazarse con la soledad de su causa al Otro escuela, para compartir con otros.

1.- Pregunta inicial: Lugar al trabajo y la transferencia.
La pregunta que inicia el trabajo del Cartel fue ¿qué nos ha impedido trabajar juntos? un enigma vino al lugar de la respuesta. Surge asimismo, una segunda interrogante ¿qué podría impedir un trabajo hacia la escuela?.  De esta manera se genera como perspectiva, cómo propiciar el movimiento al trabajo y con ello fomentar la instalación de la transferencia de trabajo.
En este movimiento se considera importantísimo rescatar los rasgos que orientan y estilos de cada institución así como las iniciativas y dispositivos que han demostrado que funcionan en  desarrollo de la causa psicoanalítica. Ello no desestima la existencia de una perdida ineludible, sin embargo, la ubica mas del  lado del goce de la identificación y la pertenencia, que del lado del deseo por el psicoanálisis.  Por ello, localizar los obstaculos – un real – será importante como  objetivo para que puedan coexistir los rasgos y estilos de cada institución. De esta manera pensar ¿qué tipo de lazo?, por un lado y por otro, de que vamos a estar advertidos. 

Partenaire-Escuela

María José Figueroa

La pregunta por qué una Escuela motivó la formación de un cartel fulgurante, es decir causó. Mi apuesta es, que una posible respuesta a la pregunta se puede encontrar vía la singularidad de cada uno como cartelizante, de cada uno de los participantes de este Movimiento hacia la NEL, cada uno desde su rasgo. Entonces, ¿por qué una Escuela para cada uno de nosotros?, ¿qué lugar tiene la Escuela en la economía libidinal de cada analista?, ¿Qué de la Escuela es lo que causa?

Lacan funda en 1964 la Escuela “en su esfuerzo por renovar los fundamentos y la práctica del Psicoanálisis[1], Gerardo Arenas, en su libro Sobre la tumba de Freud, denomina este acto como la “solución Lacan”, que da respuesta a la freudiana “la solución IPA”, en la que la salida del análisis se producía por una identificación con el analista.  La solución lacaniana se aleja de esto y plantea profundas transformaciones al dispositivo analítico. Lacan introduce el Pase como el dispositivo “que evalúa el final de análisis y la calificación del analista[2], además del pequeño grupo como un modo de lazo en ella articulado a la función del más uno, que opera a partir de un deseo decidido. Me parece que en cada uno de estos dispositivos se trata de preservar el no-todo, el lugar del vacío, de la falta del saber, del significante de la falta en el Otro, de la singularidad y es precisamente eso lo que a mí me causa, en el sentido de provocar un deseo. De ahí que más allá de la historia y el contexto de la formación de la Escuela – que es absolutamente relevante – me interesa abordar la relación de los analistas –   de los miembros o adherentes – con la Escuela, pensar la Escuela en el lugar de la causa para los analistas, pensarla como el partenaire-síntoma, es decir, como la pareja con la cual jugamos la partida.

Una lección de humildad

Andrés Orfali
¿Qué es un analista? Es una pregunta que elijo leer en lo que tiene de interpelación a mi formación en tanto miembro de una institución que, en el tiempo actual de su metamorfosis, deja su forma y modo de funcionamiento, no así la lógica y ética que nos orienta y convoca, para formar parte del proceso de invención de una Escuela orientada por el deber de “garantizar la relación del analista con la formación que ella dispensa” (1). Un tiempo  de invención de las condiciones de posibilidad para que cada uno, a su propio ritmo, vaya formalizando su estilo ante el real en juego que “se esconde en la formación del analista”.
Asumir esta interrogación implica la decisión de pensar y actuar en consecuencia al modo en que realizamos nuestra formación. Por un lado, pensar en la articulación que hay entre “los dispositivos institucionales que la regulan” y “los factores que la causan” (2) en cada uno de nosotros - y de los que habrá que dar cuenta en su momento. Y, por otro lado, considerar el anudamiento singular entre la responsabilidad y disciplina que va resultando del ejercicio de nuestra práctica con la apuesta por llevar a cabo el trabajo de dilucidar lo que hay de singular y propio en lo vertiginoso del rodeo que cada uno decide hacer con el “vacío de la definición del analista” (3). Esta cuestión, de lo que hace a un analista, no es sin, citando a Miller (4), elucidar “lo que como sujeto me motiva a desear, a amar y a hablar.” (p. 43)
De esta manera, aquello que apunta a interrogar al ser del analista puede formalizarse como una investigación personal, no sin otros, en donde las respuestas retornan desde el hacer en el ejercicio de nuestra práctica. Así como en la comunidad de experiencias que se crea cuando de ella se testimonia.

El inconsciente, entre la escuela y la institución: Sobre la “teoría de Torino” de Jacques-Alain Miller sobre el sujeto Escuela.

Juan Pablo Bustamante

“El espíritu del psicoanálisis no es otra cosa que el sujeto supuesto saber y se trata de instituir el lugar en el que se inscriba como efecto. Se trata de hacer que la determinación significante de la Escuela, sus concatenamientos simbólicos complejos, sus estatutos, sus publicaciones tengan como efecto el de instituir la Escuela como sujeto supuesto saber.”[1]
Comienzo con esta cita de JAM, quien en el 2000 presenta su teoría de la Escuela como sujeto, sujeto interpretable.

Sobre el fondo de la “Proposición…”[2] de Lacan, se trata de saber qué relación tiene la Escuela –propuesta inédita para el psicoanálisis- con ese conjunto de soledades que ella agrupa, en relación a la Causa Freudiana. Conjunto de soledades que, si bien no elimina el ideal de la Escuela, como significante que agrupa, su operación reenvía “a cada uno a su propia soledad de sujeto, a la relación que cada uno mantiene con el significante-amo del Ideal bajo el que se sitúa.”[3][4]

Coherentemente con la noción de saber que propone Lacan para el inconsciente, es decir, como saber no sabido en donde “lo no sabido se ordena como el marco del saber”[5], la Escuela se propone como el lugar donde este puede inscribirse como efecto para aquel que está en relación con la Causa. Relación que se despliega en soledad subjetiva.

¿Qué es una escuela?

Carlos Barría Román
En la primera reunión de nuestro Cartel, compartiendo lo que se había vivido en el Congreso de la AMP, recortamos la siguiente constatación: Hay trabajo analítico en Chile. El hecho de que este trabajo haya sido alojado en un movimiento hacia la Escuela, nos causó una serie de interrogantes tales como: ¿Para qué una escuela? ¿Qué relación entre nosotros y una Escuela? ¿Cuál es la diferencia entre Escuela, institución, grupo, comunidad, asociación?¿Qué conforma una escuela? Etc. Amarramos todas esas preguntas en una sola interrogación: ¿Qué es una Escuela?

Hacerse esta pregunta por el ser de la Escuela, podría seducirnos a precisarla pregunta con la enseñanza Aristotélica sobre el saber y el ser. En su Metafísica, el filósofo señala que la ciencia más sabia y digna, es aquella que se pregunta por los primeros principios y las primeras causas de algo. En este sentido, se sabe sobre algo cuando se conocen sus causas primeras y sus primeros principios, es decir, las causas y principios del ser y del llegar a ser de cualquier cosa sustancial que haya en el mundo. Y para esto necesitamos conocer el principio formal que nos responde la pregunta por: ¿qué es eso? El principio material que nos responde la pregunta: ¿de qué es? La causa eficiente, que responde a la pregunta: ¿quién o qué produce la cosa? Y por último, la causa final que nos responde la pregunta: ¿para qué? Sin embargo, la metafísica Aristotélica no nos sirve aquí, puesto que la senda trazada por Freud y continuada por Lacan, se topa con una lógica que queda por fuera de lo sustancial. Se trata de una lógica que horada el ser. Es la lógica del significante en tanto elemento no sustancial, que no puede ser descrito por propiedades intrínsecas o por un ser determinado, pues se trata solamente de un elemento diferencial. Saussure dice que la lengua no es sustancial, sino que está hecha solamente de diferencias. Y es justamente en este campo, donde Freud va a ubicar lo inconsciente y Lacan al sujeto del deseo, sujeto que es una falta en ser y que remite a un Otro del lenguaje también en falta. Si a esto añadimos la tesis de Miller de que la Escuela es un sujeto, entonces la pregunta por el ser de la Escuela no se puede trabajar en términos Aristotélicos de causas y principios. Pero sí en términos de causa analítica. Si la escuela es un sujeto, está determinada por significantes y por un acto de interpretación que opera sobre ese sujeto escuela. Y para esto se necesitan analistas. En los Objetos de la pasión, Laurent dice que no vamos a encontrar aquella Escuela donde el S1 y el S2 estén tranquilos, pues pasamos pensando y repensando la Escuela en tanto que hay algo que no cierra. Sólo hay deseo de Escuela. Podemos agregar que también hay transferencia y suposición de saber.

Cuestiones de Escuela

Alejandro Olivos

La lección inaugural del Seminario XXII - R.S.I, inédita, pronunciada el 19 de noviembre de 1974 y publicada recientemente con el título “Día de huelga” – “Jour de grève” –, nos invita a abordar la cuestión de la Escuela desde la última enseñanza de Lacan:

« Si hablo este año, tomaré las cosas desde la perspectiva de la identidad de sí a sí. La cuestión es saber si esto se aplica al analista. ¿Puede el analista ser considerado como un elemento? Dicho de otro modo, ¿hace el analista conjunto? » (1)
La identidad de sí a sí: a primera vista, el sintagma sorprende, ya que el psicoanálisis supone más bien la no-identidad a sí mismo, el sujeto dividido, el sentimiento de no ser jamás idéntico a sí mismo. Es lo que nos enseña Saussure: un significante no puede significarse a sí mismo, formulando en términos lógicos la no-identidad a sí mismo, lo que se escribe X ≠ X. Esto corresponde a la primera enseñanza de Lacan. 
Posteriormente, la elaboración de la noción de rasgo unario implica que el sujeto se representa en el campo del lenguaje, no como idéntico a sí mismo, sino que en tanto se cuenta como Uno. Cuando Lacan retoma, en 1974, la cuestión de la identidad desde la perspectiva de la identidad de sí a sí, lo hace para señalar que la cuestión de la identificación será reformulada, en su última enseñanza, privilegiando la identificación al S1, es decir poniendo el acento en la permanencia, la permanencia del rasgo unario.

martes, 4 de octubre de 2016

La dis-solución: del grupo a la singularidad del analista

Daniela Dighero C.

En este texto me propongo interrogar la significación del acto de disolución de la Escuela Freudiana de Paris. Quizás, la mejor forma de hacerlo sea leer la disolución como un acto que viene a puntuar, retrospectivamente, la propia posición de Lacan en relación al discurso analítico.

De eesta manera, la disolución, a partir de su homofonía en francés, es presentada por Lacan en su carta del 8 de enero de 1980 como “dicha solución” (dis-solution), solución, que puede ser leída como una puesta en acto, una rectificación del grupo de analistas, a la luz de los planteamientos de su última enseñanza.

En este sentido, me parece pertinente sostener que el acto de disolución puede ser leído en dos dimensiones distintas.

La primera de ellas, política, es más bien evidente, y tiene que ver con la interrogación misma del estatuto del ser lacaniano. Tal como lo señala Miller en su texto Todos Lacanianos!, el éxito del vocabulario que introduce Lacan habría trascendido a su enseñanza. De esta forma, términos como “deseo”, “demanda” y “Otro” se encontraban ya en el discurso común de los psicoanalistas de la época, desvirtuando los principios rectores de su enseñanza. En palabras de Miller:

“(…) Comienza un tiempo en el psicoanálisis, que resumiría con el siguiente slogan: ¡todos lacanianos! (…) No es una exhortación. No es una profecía. Es una exclamación, un grito de sorpresa. (…) hasta ahora, podía haber en la Escuela Freudiana “no-lacanianos”, incluso “anti-lacanianos”. Pues bien, ahora ya no los hay. Para nada. Hoy en día, en la Escuela Freudiana, sólo hay “lacanianos”.